Se trata de un hombre de 29 años y una chica de 15, sospechosos de haber matado a un comerciante. Fueron detenidos horas después, cuando cometían un robo a mano armada en la Ciudad de Buenos Aires.
Un hombre de 29 años y una joven de 15 fueron atrapados como sospechosos por el asesinato de un kiosquero en la ciudad de Ramos Mejía, luego de ser identificados por un testigo y en medio de un intento de fuga cinematográfico.
Todo ocurrió gracias a que un vecino le contó a la policía que observó cuando un hombre salió del local de la víctima y se fugó en un Ford Focus color negro, vehículo que los homicidas le sustrajeron a un remisero que se encontraba por la zona.
El conductor declaró que una pareja le sustrajo el auto tras intimidarlo con un arma de fuego y huyeron. En plena fuga, los delincuentes chocaron contra un árbol en el cruce de las calles Saavedra y Alvear.
La pareja intentó esconderse en un supermercado, simulando haces unas compras y habiéndose cambiado la ropa para evitar ser reconocidos.
Detención
Efectivos de la Comisaría Segunda de La Matanza, fueron alertados sobre el robo de una moto a un empleado de delivery, por lo que rápidamente iniciaron un operativo cerrojo, del que participó la UTOI (Unidad Táctica de Operaciones Inmediatas), con asistencia de las cámaras de seguridad del Municipio.
El procedimiento finalizó con la detención de los sospechosos en Avenida de Mayo y Rivadavia, al que oficiales de la seccional de Ramos Mejía, perteneciente a la Subestación Oeste de La Matanza, identificaron como Leonardo Daniel Suárez (29), y una adolescente de 15 años, cuya identidad se reserva por ser menor de edad, ambos oriundos de Fuerte Apache (Tres de Febrero).
En su poder hallaron cinco teléfonos celulares, dinero en efectivo, un revólver calibre 22 con cuatro vainas intactas y una servida.
La causa quedó a cargo del fiscal Federico Medone, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Temática de Homicidios del Departamento Judicial La Matanza, quien caratuló al hecho como “homicidio en ocasión de robo”.
En cuanto al kiosquero, fue asesinado de un disparo en su comercio de la Avenida de Mayo y Alvarado. Se trata de Roberto Sabo, de 45 años, quien murió casi en el acto tras recibir un disparo en la cabeza.