Será durante todo 2022 y estará a cargo del diplomático Federico Villegas Beltrán, que valoró la oportunidad al ser un reconocimiento al país por su labor en la temática desde la recuperación de la democracia.
Por primera vez en su historia Argentina presidirá el Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), lapso que sostendrá a lo largo de todo 2022.
El país fue elegido por aclamación en la sesión organizativa celebrada en Ginebra, en Suiza, para el 16° ciclo del Consejo que integran 47 naciones y que es el órgano rector a nivel mundial en materia de Derechos Humanos.
Apenas finalizada la elección, el canciller Santiago Cafiero destacó, vía redes sociales, que el rol que llevará adelante la representación nacional es «un reconocimiento» al «compromiso con los Derechos Humanos como parte de la identidad nacional desde la recuperación de la democracia».
«Tras nuestro pasado trágico, pudimos reconstruirnos como sociedad y generar políticas de ampliación de derechos que hoy son observadas con mucha atención en el mundo como ejemplos a seguir”, señaló.
El mecanismo de rotación en el máximo cargo suponía que, para el próximo año, la responsabilidad recayera para un país de América Latina y el Caribe, cuyos representantes ya habían adelantado que, por consenso, propondrían a Argentina. Quien ostentará el espacio será el actual embajador ante los organismos con sede en Ginebra, Federico Villegas Beltrán, un abogado y diplomático de carrera que ingresó con honores al servicio exterior en 1993 y está destacado en Suiza desde marzo de 2020.
En su discurso, el diplomático agradeció especialmente el trabajo de la presidenta saliente, la fijiana Nazhat Shameem Khan, y «el consenso conseguido en la región» de América Latina que permitió su designación al frente del organismo.
En el párrafo más emotivo de su intervención, brindó un especial reconocimiento para las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo quienes representan un espejo del avance argentino en la materia.
Al respecto, recordó que las representantes de esos organismos visitaron Ginebra a fines de la década de 1970 para denunciar el secuestro de sus hijos y nietos y que, 30 años más tarde, formaron parte de las delegaciones que trabajaron en la ONU sobre la Convención Internacional contra las Desapariciones Forzada de Personas.
“El sistema universal de derechos humanos -sus órganos, procedimientos y normas- fue el socio silencioso detrás de los desarrollos normativos, jurisprudenciales y de políticas públicas en materia de derechos humanos en la Argentina, y ayudó a sanar el tejido social e institucional de mi país”, apuntó.