Se restablecen, a partir de trabajos de limpieza, los espejos de agua luego de una invasión de camalotes y, en especial, la sequía, que había dejado en peligro el ecosistema en esa zona.
Poco a poco la Laguna del Ojo comienza a recuperarse paulatinamente luego de la intervención del Municipio y del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires para hacerle frente a la invasión de camalotes y a la sequía que secó el espacio por completo en San Vicente.
La limpieza del espejo lagunero que había sido invadido por la especie conocida como “Jacinto del agua” significó ganar una gran batalla que se viene librando hace varios años, y la labor mecánica y supervisada por especialistas dio sus frutos y se logró retirar la plaga por completo para devolverle nuevamente el esplendor.
A su vez, la inusual sequía del último verano, que afectó a gran parte del país, derivó en secar la laguna dejando al desnudo su lecho, afectando a la fauna y a la biodiversidad que habita este ecosistema, un daño irreparable por la falta de lluvias.
Tardó mucho, pero las lluvias de los meses de invierno comenzaron poco a poco a devolverle la vida a la laguna y la flora despertó y facilitó el regreso de las aves a su hábitat natural.
Gran parte de esta recuperación comenzó a principios de octubre, y hoy los resultados saltan a la vista, a partir del minucioso trabajo que realiza la cosechadora de juncos y algas que se ve en la laguna todos los días.