“La educación es un tema innegociable para la sociedad”

Así se expresó Franco Herrera, presidente del Centro de Estudiantes de la Universidad Nacional General Sarmiento, que valoró la marcha multitudinaria y destacó la labor de alumnos, docentes y trabajadores de esa casa de estudios de San Miguel.

La multitudinaria marcha que confluyó en Plaza de Mayo  y que se replicó en distintos puntos del país en defensa de la educación pública contó con la participación de infinidad de alumnos, docentes y trabajadores de varias casas de estudios, especialmente de la Universidad de Buenos Aires. Y entre ella estuvo la Universidad Nacional General Sarmiento, que, al igual que otras organizaciones, se movilizaron desde sus respectivos espacios hacia Capital Federal para mostrar su descontento con las medidas implementadas por el gobierno nacional en relación a la baja del presupuesto para el sector.

En ese sentido, quien valoró la participación ciudadana fue Franco Herrera, el presidente del Centro de Estudiantes, que destacó que “el balance es positivo”. “La enorme cantidad de gente remarca el hecho de que esta movilización fue histórica”, sentenció, valorando el interés expuesto por distintas vertientes desde la estructura universitaria.

“Movilizamos casi la totalidad de los estudiantes de la universidad, y entre docentes y no docentes había casi 800 personas de nuestro establecimiento en la Plaza de los Congresos”, afirmó. Y añadió, destacando cómo fue el itinerario para llegar a destino: “Con los estudiantes fuimos parte de dos trenes de dos líneas diferentes, la Belgrano Norte y la San Martín. Y el número de las personas que caminábamos hasta la plaza era incalculable”.

Así la situación, a partir de lo sucedido, según su visión, el dirigente puntualizó en qué supone que ocurrirá hacia delante, dado que se prevé una reunión entre las autoridades nacionales y las casas de estudio en busca de determinados consensos. “Con respecto al corto plazo soy positivo. No en el sentido de que con esto se va a terminar el ajuste de (Javier) Milei ante la educación superior sino en el sentido de que se está creando una conciencia de defensa de las instituciones de educación pública entre los integrantes de la comunidad educativa. Eso es lo principal”, comentó.

Y agregó: “Después las universidades pueden optar por aceptar la propuesta que se le ofrezcan o no. La verdad es que están en una situación alarmante y muy crítica, el Gobierno lo sabe y la oferta no será una que resuelva todos los problemas. Pero la responsabilidad de los rectores es negociar algo que mantenga las universidades con los estudiantes y es responsabilidad nuestra, de los estudiantes, luchar ante cada embate buscando arancelar nuestras casas de estudio”.

Por lo pronto, la marcha hizo mella, y el dirigente lo notó en un puntal principal, y es el convencimiento para “defender el sistema universitario”. “Fue algo maravilloso ver cómo pasado, presente y también futuro se movilizaban, porque me crucé con estudiantes que nos hablaban que querían empezar la universidad el semestre que viene y se agrupaban para salir a defender esto”, afirmó.

Eso, según entiende, certificó que “es un tema innegociable para la sociedad”, y por eso intuye que “le entró el golpe al Gobierno”. “La realidad es que no lo tiró, pero es la primera piña que lo hace retorcerse. La educación, más que nada la universidad, es un orgullo para nuestra nación, somos los que más alta tasa de graduados tenemos en la región, somos la envidia de muchísimos países y nuestros profesionales están en todos los lugares, tanto nacional como internacional. La gente sabe eso y cuando vio que este gobierno buscó desmantelarlo ya vimos lo que pasó: la gente salió. Y vamos a salir las veces que sea necesario para que se entienda que la educación no se vende, se defiende”, sentenció.

Puertas adentro

Por último, puso el foco en los ítems que evidencian las dificultades presupuestarias en la Universidad Nacional General Sarmiento, algo por lo que incluso se generó un movimiento de protesta en las semanas previas a la marcha, con jornadas que también tuvieron su repercusión interna.

“Las complicaciones se ven en que hubo que acortar bastante para poder asegurar por lo menos el primer semestre. Así es como se suspendió, al menos por este año, lo que son fondos para viajes de las carreras; se sacó el micro que conectaba a la universidad con Lemos –esquema gratuito que beneficiaba a centenares de alumnos de aquel circuito-; y también se redujo la compra de bidones, y hace que falte agua, algo que venimos reclamando”, enumeró Herrera.

“Por suerte las comisiones se estuvieron manteniendo, pero el centro cultural se vio afectado, con la terminación de algunos contratos que no se renovaron y pone en peligro la parte más artística de la universidad”, cerró.