En un acto lleno de austeridad y respaldado por los vecinos, el flamante intendente tomó las riendas de la comuna con un enfoque renovador, en lugar de Gustavo Posse
Ramón Lanús es el nuevo intendente de San Isidro y encabezó un austero acto de asunción en el que sostuvo «que el gobierno nacional que empieza sepa: en San Isidro cuentan con un aliado a la hora de cortar los privilegios y las políticas populistas que nos dejaron en esta situación».
Se trata de una de las pocas victorias de Juntos por el Cambio este año. Lanús es parte de la nueva generación del Pro que viene a traer un aire fresco a la Provincia de Buenos Aires después de la derrota a nivel nacional.
«Todos vivimos en este país y nos duele la crisis que estamos atravesando. Argentina se encuentra en un estado crítico. La degradación moral, social y económica es una tragedia que golpea también a San Isidro. Por eso, vamos a apoyar todas las medidas que creamos necesarias para salir de esta situación», manifestó en referencia al gobierno nacional.
A su vez, señaló a la seguridad como su prioridad de gobierno. «Queremos ratificar nuestro compromiso: nos vamos a hacer cargo. Vamos a trabajar y ponerle el pecho a esta situación. Para que ustedes puedan vivir más seguros y sin miedo», expresó.
Con un gesto de austeridad, el acto de asunción se realizó con comida a la canasta que llevaron los vecinos a Villa Adelina. «Me pone muy contento el clima familiar que hay esta tarde en este evento. Refleja el modelo de San Isidro que quiero: una gran familia en la que nos ayudamos y nos cuidamos entre todos», resaltó.
«Gracias a Melchor y a Gustavo Posse, por todo lo que hicieron por nuestro municipio. Vamos a tener tres prioridades de gobierno: la seguridad, la mejora del espacio público y la modernización en el servicio municipal», concluyó Lanús.
