Los frentistas resaltaron que en el predio del Parque 3 de Febrero hay un sector en el que se refacciona una estación de servicio y se diseñarán proyectos inmobiliarios.
Distintas agrupaciones vecinales radicadas en Belgrano avanzan en el reclamo por una obra en ejecución en un terreno que, según resaltan, pertenece al Estado nacional, y que, siendo desde antaño una plaza, con las labores actuales se transforma en un espacio para un proyecto inmobiliario complejo.
Bajo esas circunstancias, y las derivaciones que implican una ilegalidad, según lo señalado por los frentistas, se resalta la importancia del espacio verde para el desarrollo de distintas actividades por partes de los ciudadanos de la región.
La manzana en cuestión está delimitada por las calles Figueroa Alcorta, Echeverría, Castañeda y Juramento, en ese barrio porteño, y el reclamo radica en la nulidad por una venta para sostener esa estructura, aledaña a una estación de servicio que, a su vez, está en plena refacción y que ya tomó más metros para su expansión.
Según rememoran los vecinos, la zona entera fue una plaza pública hasta 1995, año en el que se tomó un cuarto de manzana y construyeron la primera estación YPF. Luego, se dispuso la creación del Centro José Estenssoro, más allá que el predio seguía abierto. Sin embargo, con el correr del tiempo se cerró el bloque y se prevé la confección de torres.
Quienes manifestaron la bronca por ese panorama son las agrupaciones, entre las que se destacan Asociación Vecinal de Fomento Barrio Parque General Belgrano y Nuevo Belgrano, que indicaron que el futuro proyecto inmobiliario ya está siendo lanzado al mercado y resaltaron que, en contraposición, en los papeles es un espacio público devenido en plaza para ser parte del Parque 3 de Febrero. “El gobierno de la Ciudad tiene en sus registros que la tierra sigue siendo pública”, afirmaron.
Y explicaron: “Hay una parte que sigue siendo una plaza, pero la otra se la están apropiando, donde, en una mitad están terminando una YPF, pues ya talaron muchos árboles para ampliarla; y en la otra van a tirar los árboles que quedan para construir torres, que ya están siendo ofrecidas en el mercado”.
Ya desde el año pasado se presentó un escrito ante el Registro de Propiedad Inmueble y otro ante la Sindicatura General de la Nación en el que explicaron que la manzana perteneció a un privado, Emma María Antonietto de Stanfield, hasta 1938, momento en el que el predio fue vendido a Yacimientos Petrolíferos Fiscales, por entonces patrimonio del Estado nacional. Y desde allí no cambió de manos.
Entonces, frente a ese movimiento actual que rompe con la lógica de pertenencia estatal, la idea de los vecinos es que continúe siendo una plaza pública.