Crimen del colectivero: la policía no descarta un móvil político y pone la lupa en las tomas que se replican en Virrey del Pino

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Algunos investigadores creen que en el asesinato “hay algo raro que no cierra” y recordaron que esa localidad “es una zona de muchas tomas de terrenos y donde los movimientos sociales están jugando fuerte en La Matanza para disputarle la intendencia a Fernando Espinoza”.

Luego de la tragedia que supuso el crimen del colectivero Daniel Barrientos, chofer de la línea 620, perpetrado en Virrey del Pino, La Matanza, llegó la etapa de la investigación, donde la policía no descarta ningún móvil y asegura que “hay algo raro que no cierra”.

Detrás del homicidio del hombre, al que le faltaba un mes para jubilarse, podría haber motivaciones políticas. Si bien no hay un dato firme, fuentes con experiencia en la fuerza bonaerense olfatean que hay algo más detrás del episodio y recuerdan que en Virrey del Pino “hay muchas tomas de terrenos”.

“Es un lugar donde los movimientos sociales están jugando fuerte en La Matanza para disputarle la intendencia a Fernando Espinoza”, apuntaron los investigadores, al abonar la posibilidad de que exista un móvil ligado a la cuestión partidaria.

Puntualmente sobre el hecho, repasaron que “los delincuentes tenían dos armas, una Pietro Beretta que fue descartada y vainas servidas en el lugar de una pistola calibre 40, un arma que no es habitual para robar un colectivo”, sostuvo otra fuente, en línea con lo dicho por el propio ministro de Seguridad, Sergio Berni.

El funcionario, que fue salvajemente atacado, también le puso palabras a lo que consideró una “emboscada”, algo que deslizan algunos funcionarios policiales por lo bajo. “El colectivo fue emboscado”, aseguraron los oficiales.

La causa

Hasta el momento, de acuerdo a lo que consta en la causa a cargo de Gastón Duplaá, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Homicidios de La Matanza, Barrientos “estaba tendido sobre el volante, sin signos vitales” cuando llegó la fuerza.

De allí surge que a la víctima le habían disparado de costado cuando el delincuente bajaba de la unidad y escapaba en uno de los dos autos con los que habían interceptado al colectivo. “Es raro que tengan un auto de apoyo”, confió otra fuente.

Fue allí cuando el oficial principal de la Policía de la Ciudad Carlos Martín Bellido, de 38 años y que cumple funciones en el Grupo de Infantería, del Cuartel Barracas, vestido de civil, se identificó y comenzó a disparar contra los agresores -uno de los cuales fue herido-.

 “Uno de los delincuentes se apoderó de un bolso de una de las pasajeras al tiempo que el otro apuntaba al chofer de la unidad. Tras apoderarse del bolso, y en momentos en los que se disponía a descender, el masculino que intimaba al chofer le efectúa el disparo que le ocasiona el deceso, bajando ambos del colectivo. En virtud de ello, me acerco a la puerta y, tras identificarme como personal policial, extraigo mi arma de fuego reglamentaria Bersa Thunder serie 11606181 y mantengo un intercambio de disparo, poniendo a los sujetos en fuga”, apuntó Bellido en declaración testimonial.

Luego, gracias a las pistas halladas en el lugar del hecho y la investigación correspondiente, la policía detuvo a Alex Gabriel Barone, de 19 años, identificado como quien estaba a bordo del Chevrolet Corsa Gris Ptte FZJ-415, en las arterias Ruta Nacional N° 3 y Guanabara.

Barone tiene antecedentes por “robo agravado y encubrimiento agravado” en una causa del 23 de septiembre de 2019.

Ahora, la fiscalía investiga si el auto incendiado que encontraron en una zona cercana a la detención del hasta ahora único imputado es uno de los dos que participaron del crimen.

Además, se revisan las cámaras de seguridad para tratar de identificar a un tercer hombre, que los esperaba “en un auto oscuro”, según confiaron los testigos.

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