El Centro de Atención a la Mujer empezará ahora a producir toallitas menstruales reutilizables, para brindar autonomía a las mujeres, según destacaron desde el Municipio.
Autoridades encabezaron la entrega de maquinaria textil para la producción de toallitas menstruales reutilizables en el Centro de Atención a la Mujer (CAM) ”Irma Velázquez” de La Matanza, que pasará así de refugio a nodo productivo.
La entrega se formalizó durante un encuentro encabezado por la ministra de Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual bonaerense, Estela Díaz, y la subsecretaria de Desarrollo Humano del Ministerio de Desarrollo Social de La Nación, Laura Berardo.
“Modificamos el concepto de refugio para mujeres por el de hogar abierto, es por eso que entre otras cosas podemos cumplir con el objetivo de desarrollar diversas líneas de acción que promuevan, por ejemplo, proyectos productivos como parte del proceso de salida a las violencias, entendiendo a las personas en situación de violencia, como sujetas transformadoras y no víctimas”, aseguró la Secretaria de Mujeres, Políticas de Género y Diversidades de La Matanza, Liliana Hendel.
En ese sentido, destacó que “cada una de esas mujeres y disidencias empieza a ser protagonista de su historia y a reconocer sus propias capacidades para la autonomía”.
Trabajo
Sobre el trabajo del CAM, puntualizó: “Se sigue albergando a mujeres y disidencias en situación de alto riesgo, pero se trabaja fuertemente con la Dirección de Acceso a Justicia y con Casos Críticos, en contacto con la Policía, para que sean los varones agresores quienes salgan de sus casas y no las agredidas”.
“Este seguirá siendo el refugio, pero además será un centro de producción donde con estas máquinas que fueron entregadas hoy trabajaremos consolidando la salida de las violencias”, insistió Hendel.
La propuesta de producir toallitas reutilizables también se suma al Programa Justicia Menstrual, un eje de trabajo fuerte de la Secretaría, que tiene un impacto directo en la economía personal de las mujeres y disidencias matanceras, permitiendo achicar gradualmente la brecha de desigualdad entre quienes tienen dinero para acceder a productos de higiene menstrual y quienes no lo tienen.
“Es momento de darnos cuenta que si las mujeres y diversidades no tienen la posibilidad de consolidar su autonomía a través de un proyecto propio, el regreso a la situación de violencia es casi inevitable. Por lo tanto es nuestro compromiso para este año fortalecer las áreas que tienen que ver con las salidas de las violencias”, señaló Hendel.



